domingo, 7 de junio de 2009

Producciones Barvel

jueves, 4 de junio de 2009




Diálogos soñados (un mes después)
-¿Quién esperaba que el amable posadero nos fuera a sacar del asfalto para mostrarnos la Morra de Lechugales en todo su esplendor?.
-Nadie.
-Pero perdone, oiga, ¿cómo la Morra?. La cordillera toda y el valle. ¿Qué me dice de Piasca?. Y eso fue sólo el comienzo. Allí, entre sonrisas y grasa de chorizo sobre las comisuras de los labios, vimos a la brisa mecer los faldones de San Pedro y San Pablo. Tan exquisitas eran las tallas de sus pliegues como la empanada y el queso picón... Y luego, Santo Toribio y la Señora de la Buena Leche y la leche en vinagre, vamos.
-¡Claro! y el paseo por el prado aquél en que uno creía ser “the fool on the hill”, CON LOS PICOS DE EUROPA dando vueltas a su alrededor, o se figuraba conversando con el águila que pasaba a unos metros de su nariz.
-Es lo que pensamos ahora: que nos hizo respirar hierba, acariciar las cumbres y zambullirnos en el misterio líquido de los monasterios cántabros, pues uno acaba fluyendo entre los verdes y la piedra fresca de la santa Liébana.
-Le ha quedado a usted de cine, ...y allá nos llegamos a romper el silencio de los barrancos..., diría yo, así, en plan fino. Cuando tomamos Lon ya no se oyeron más mugidos que los nuestros, ni más balidos que los de nuestros corderos, pero eran notas de deleite, fueran o no afinadas.
-Así es. Yo disfruté mucho con el posadero y mis compadres de Madrid, es decir con la gente que ya conocía. En realidad, puedo decir que allí nos reconocimos, el prefijo “re” en el sentido de “dos veces”. Y por si fuera poco, encima entablé amistad con gente encantadora de Cantabria y Navarra. No sé por qué, pero siempre me caen bien los que son naturales de algún sitio con picachos cerca, y es que la cabra tira al monte. Deliciosos fueron los encuentros con María Ángeles, el matrimonio de Astillero, el dueño de los pastos, las conversaciones con Pepe, Flora, Ignacio, Beatriz, Isaac, Choni y Pelayo, la cena con los navarros... Lo malo es no disponer de una memoria sin fondo para recordar todos los nombres. Al menos retendré los de la Silla del Caballo, la Canal de Arredondas, el cantarín río Bullón... El viaje nos ha dejado una huella profunda.
-En mi ácido úrico, sin duda. Venga cerveza por aquí, chicha por allá, un festín continuo. Y esos hojaldres, y esos baileys lebaniegos...
-Hablando de evocar nombres, a mí me ha dado por nombrar sobre todo las cosas que no vi y que jamás contemplaré. Es curioso, forman parte de mi recuerdo de una manera tan tangible como los detalles que están comentando. Me refiero al tejo milenario de Lebeña, todavía me da sombra, o a las vacas que huían despavoridas de los petardos y aparecen brincando por el collado de mis fantasías.
-A lo peor su dueño no vuelve a verlas.
-Yo lo que no vi fue la piscina del balneario, y por lo oído estaba muy bien, pero sí contemplé la derrota del Madrid. ¡Qué debacle, señores!.
-Quite, quite, hablemos de otra cosa. Podría usted mencionar las impresionantes vistas de la garganta del Deva o algo más agradable, no sé, el cocido que nos habíamos zampado a mediodía.
-Maravillosas las primeras, sublime el segundo, en particular esos diminutos y suavísimos garbanzos. Supongo que servidor se parecía a Pultafagónides, aquel cartaginés devorador de legumbres del que reían Plauto y todos los romanos, cuando atacaba una fuente tras otra.
-Joé el Pepe, ¡qué tío!, es que lo tenía todo previsto. Y lo gordo es que cumplía con el programa...
-Sí, hasta con lo del buen tiempo, con lección incluida sobre el cambio climático. Por el día hacía un calor del copín y por la noche todos con manta mulera al hombro. Menuda vuelta de clima en sólo unas horas.
-Bueno, si te tocaba cerca de la parrilla también estabas calentito por la noche.
-O si te caía una traca en el trasero, azar que entraba hasta el fondo en el terreno de lo posible.
-La primera noche, yo estaba alejado del fuego y me limitaba a empujar la salchicha o el pedazo de Tudanca hacia la boca. El castañeteo de los dientes hacía el resto. Era como una trituradora. Clac, clac, clac, clac... y, en un abrir y cerrar de ojos, a por otro cacho. Claro, con ese meneo enseguida entré en calor. A partir de ahí, risa y más risa.
-¿Y qué me dice de los niños?. Uno que los lleva a un colegio de pago, los intenta situar en el camino recto y va Pepe y los convierte en unos bandarras, campando a sus anchas por el pueblo, por el río, por su habitación..., sin control alguno.
-Lo pasaron mal los pobrecillos. Peor que nosotros. A la vuelta me costó una semana convencerles de que la Revolución Francesa terminó hace dos siglos.
-Si es que el posadero montó la de Dios es Cristo. Es empezar a contar y no parar.
-Pero ¡oigan!, ¡no se vayan, ahora!. En fin, ya volverán. Nos queda mucho que hablar del Tejo de Lebeña, de las vacas y del Sursuncorda.
-Arrevoire, dijo Voltaire, echando le chapó al aire.

lunes, 25 de mayo de 2009

PRIMERA NOCHE


Como podreis ver, algunas de las fotos del viaje, son dignas de ver. En este sprint de blogeo en solitario en el que me encuentro, acabaré sacando las indignas.

El que avisa no es traidor.......

sábado, 23 de mayo de 2009

El comienzo

Continuo posteando en este maravilloso blog. Espero que con esta foto se os despierten nuevas sensaciones que os animen a intervenir.
Todo esto fue el comienzo.....................
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viernes, 22 de mayo de 2009


Los fuegos fueron la guinda del viaje. Este señorito junto con un colaborador inseparable fueron los encargados de todos los artificios.
Posted by Picasa

jueves, 21 de mayo de 2009


Aparezco por este blog por primera vez. Con la imagen que adjunto, Pepe, quiero hacerte constar la gran felicidad que nos hiciste sentir a lo largo de todos y cada uno de los inolvidables momentos
vividos en Picos.
La foto no os dirá gran cosa, pero viéndola recuerdo la satisfacción interior que tenía en ese
momento.
Por cierto,nadie más sube fotos y/o videos?
Quereis mantener la privacidad?
Si me dais el OK! empiezo a subirlas

martes, 5 de mayo de 2009

Antes de nada, agradecimientos.....